Avianca dejará de volar a Venezuela el 16 de agosto

Avianca dejará de volar a Venezuela el 16 de agosto

 

La aerolínea colombiana Avianca anunció ayer que a partir del 16 de agosto dejará de volar hacia y desde Venezuela, por primera vez en más de 60 años, debido a las “dificultades operacionales” que tiene en ese país.

“Avianca dejará de operar las rutas Bogotá-Caracas-Bogotá (dos vuelos diarios) y Lima-Caracas-Lima (un vuelo diario) a partir del miércoles 16 de agosto de 2017, fecha en la que se efectuarán los últimos vuelos de itinerario entre estas ciudades”, manifestó la empresa en un comunicado.

Una decisión que la compañía adoptó tras reunirse en Bogotá con las autoridades del sector y que ya notificó tanto al Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela como a la Aeronáutica Civil de Colombia.

La aerolínea ha anunciado en un comunicado que suspende la venta de billetes para viajes posteriores al 16 de agosto en esas rutas.

El presidente ejecutivo de Avianca, Hernán Rincón, dijo que la aerolínea tiene “toda la disposición y voluntad para retomar los vuelos, una vez se cuente con las condiciones requeridas para hacerlo”.

Según Avianca, “esta medida se sustenta en la necesidad de adecuar varios procesos a los estándares internacionales, mejorar la infraestructura aeroportuaria en Venezuela y garantizar la consistencia en las operaciones”.

La suspensión de los vuelos afecta la conectividad aérea de Venezuela, de donde ya se han retirado varias aerolíneas.

Avianca dijo además que “honrará los compromisos adquiridos con los viajeros, los empleados y proveedores” en Venezuela y que los pasajeros con reserva para vuelos posteriores al 16 de agosto “podrán solicitar el reembolso del 100 %” del precio del billete.

La empresa no hizo referencia en el comunicado a la millonaria suma que se le adeuda en Venezuela por concepto de venta de billetes y que el año pasado era cercana a los 250 millones dólares.

Debido a esta situación, en 2013 la aerolínea redujo sus vuelos entre Bogotá y Caracas de siete a dos diarios, mientras que los que conectan a Lima y la capital venezolana se redujeron de dos a uno al día