El director ejecutivo del ente de Turismo de Buenos Aires, Gonzalo Robredo, mostró su rechazo a que la capital argentina se considere el París de Latinoamérica y destacó como objetivo de la ciudad acortar la brecha en el número de turistas con Sídney (Australia).
“Si quieres ir a París, ve a París”, manifestó Robredo en un desayuno informativo que tuvo lugar en Londres, en el que celebró la frescura, modernidad y unicidad de Buenos Aires.
Cada año se desplazan a la capital de Argentina 2.515.000 millones de turistas internacionales, una cifra que Robredo quiere que aumente para “acercarse y competir” con Sídney, donde el número alcanza los 4 millones.
“En el hemisferio sur, Sídney y Buenos Aires son las áreas urbanas más atractivas”, indicó, y subrayó como valor de la ciudad sudamericana que es más “diferente” para las personas que vienen de lejos.
Aunque reconoció que Buenos Aires perdió potencia turística después de 2008 frente a Lima (Perú) y Santiago de Chile (Chile), aseguró que en la actualidad la urbe se está “recuperando” gracias en buena parte a “la apertura de nuevas líneas aéreas”.
Robredo recordó que el anterior Gobierno argentino presidido por Cristina Fernández de Kirchner ejercía una política muy proteccionista con los vuelos domésticos, lo que se transformó en una “seria barrera” para el turismo.
Sin embargo, celebró que el Ejecutivo de Mauricio Macri, presidente desde 2015, está “cambiando” esa política y abriendo a Argentina, “el octavo país más grande del mundo”, al exterior.
El director del ente de Turismo definió a Buenos Aires como “la ciudad de muchas pasiones” y afirmó que la capital argentina tiene una “identidad y energía” especiales.
“Somos pasionales con todo, con los amigos, con la comida, con el fútbol, con la música electrónica… y el tango es la perfecta expresión de quienes somos”, sostuvo.
Asimismo, resaltó la cultura, con más 330 teatros, museos y centros culturales, y la rica gastronomía de la ciudad, que aúna “lo mejor de toda latinoamérica”.
