Los niveles de conducción autónoma

Los niveles de conducción autónoma

¿Te imaginas viajar en coche en el asiento del conductor mientras que lees un libro o visionas videos de Youtube? La conducción autónoma ya es una realidad tecnológica pero se divide en varios niveles en función de su capacidad y encaje en las legislaciones de cada país. Vamos a hablar un poco de ello…

No hablamos de un futuro muy lejano para esta tecnología ya que recientemente el Parlamento Europeo nombra explícitamente, desde el punto de vista administrativo, a la conducción autónoma a partir de 2030. También deja claro que ésta tiene varios niveles que se irán implementando de forma progresiva.

Hablamos de una realidad tecnológica gracias a los actuales sistemas de sensores, cámaras, posicionamiento por satélite y demás dispositivos que se han ido integrando en el mercado automovilístico poco a poco.

La conducción autónoma no tiene su principal freno en la capacidad de la tecnología, sino más bien en temas legislativos como consecuencia del concepto “vehículo sin conductor”.

Aspectos importantísimos como la responsabilidad en caso de accidente (fabricante o conductor), tratamiento de datos, problemas éticos que se plantean con un conductor robótico, convivencia entre coches autónomos y coches no autónomos, conectividad entre distintos vehículos, libre transporte de personas con movilidad reducida, desaparición del carné de conducir, etc.

Dicho esto, vamos a ver de una vez los distintos niveles de conducción autónoma que hay en la actualidad.

Nivel 0

Es una forma de tomar el punto de partida en la escala, ya que no es otra cosa que la conducción clásica y tradicional. El ser humano es el responsable único de la conducción y tiene el control absoluto de todos los aspectos de la misma.

Hasta hace pocos años era considerado como el único posible pero las cosas han cambiado. El factor humano supone el cien por cien de todo lo que pase durante la circulación.

Nivel 1

Aquí es donde la tecnología comienza a ponerle las cosas más fáciles al factor humano. Muchos denominan a este nivel como “conducción asistida”.

En este apartado se engloban sistemas como el control de velocidad de crucero o el sistema de alerta por cambio involuntario de carril. El control y la responsabilidad total del coche siguen estando bajo el factor humano.

Nivel 2

Este apartado se puede nombrar como “automatización parcial”. En estos momentos se pueden encontrar en el mercado automóviles que incluyen este nivel de conducción autónoma.

Aquí aparecen sistemas que son capaces de realizar varias tareas que siempre ordena el conductor. Son, por ejemplo, el sistema de aparcamiento automático que actúa de forma automática sobre pedales y volante, así como el control de crucero adaptativo.

Nivel 3

A este nivel se le denomina como “automatización condicional”. Aquí la cosa cambia mucho respecto al nivel anterior ya que el vehículo es capaz de llevar a cabo funciones en las que analiza el entorno para poder tomar decisiones que al conductor se le pasen por un despiste o por falta de tiempo.

El conductor sigue teniendo su posición habitual en el vehículo, y tiene que estar al tanto del volante durante la circulación ya que la recuperación del control es vital en caso de contingencia.

A partir del 2020, este nivel será implantado y homologado en varios países de Europa en coches de nueva construcción.

Nivel 4

Aquí la automatización es alta y se da un salto cualitativo importante. El factor humano será prescindible casi en su totalidad, aunque el puesto de conducción seguirá siendo preminente en el vehículo y su configuración.

El coche es capaz de realizar una lectura constante del entorno, llevando con seguridad a los ocupantes del punto A al punto B. El conductor tan solo tendrá que elegir destino y podrá hacerse con los controles si le place, aunque técnicamente es casi innecesario que lo haga.

Aquí el vehículo es vital, así como la capacidad de comunicarse con otros coches de su misma naturaleza. Su implementación está pensada para antes de 2030.

Nivel 5

Aquí la cosa adquiere un tufillo a ciencia ficción importante. La automatización es total y plena. Hablamos de vehículos sin volante y sin pedales donde la figura del conductor desaparece por completo.

Los ocupantes del vehículo podrán realizar cualquier otra actividad sin prestar la mínima atención a la carretera. Los comandos de guiado serán llevados a cabo por voz o por dispositivos móviles.

Según el Parlamento Europeo, será a partir de 2030 cuando podemos empezar a implantar y reconocer este modo de conducción en las legislaciones vigentes.