La sequía impedirá despedir 2017 con el tradicional baño en el río Bullaque

La sequía impedirá despedir 2017 con el tradicional baño en el río Bullaque

La sequía que padece la provincia de Ciudad Real impedirá que los vecinos del municipio de El Robledo puedan despedir 2017 con el tradicional baño en el río Bullaque el último día del año, aunque el Ayuntamiento va a proponer un acto simbólico: mojarse con un cubo de agua.

Veintiún años después de que tomaran la iniciativa de bañarse en el río Bullaque para celebrar que su cauce llevaba agua de nuevo, los vecinos de El Robledo vuelven a vivir una situación similar a la de comienzos de la década de los noventa del siglo pasado, cuando el cauce estaba completamente seco.

Hoy la situación es muy similar tras los últimos cuatro años de sequía, ha explicado a Efe la alcaldesa de El Robledo, Elena Tamurejo, quien ha señalado que el cauce del río apenas si tiene una pequeña lámina de agua donde es imposible bañarse.

La falta de lluvias y los bajos niveles de agua que mantiene la presa de Torre de Abraham, desde la que se regula el caudal, han dejado sin aportes el cauce del río, que desde hace meses permanece prácticamente seco.

Aquel primer baño del 31 de diciembre del año 1995 que surgió como un acto festivo, pero a la vez reivindicativo, “vuelve a cobrar este año relevancia”, ha dicho la alcaldesa.

Entonces, ha señalado, con ese baño se pedía exigir a las distintas administraciones públicas que apostaran por la conservación y protección del río Bullaque como espacio natural, y ahora, es importante seguir reivindicándolo, ha comentado.

El río Bullaque está considerado Lugar de Interés Comunitario y está incluido en la Red Natura 2000 y en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha y, además, parte de su cauce atraviesa el Parque Nacional de Cabañeros.

La alcaldesa de El Robledo ha comentado que, tras dudar qué hacer durante las últimas semanas, el Ayuntamiento va a proponer a los vecinos que para recibir el año se mojen con un “simple cubo de agua”, en un “acto puramente simbólico”, ante la situación que atraviesa el Bullaque.

Lo que no faltará para esta cita, ha prometido, “es un buen caldo caliente y comida gratuita para todos aquellos que quieran volver a despedir el año junto a la ribera del río Bullaque”.