Vivir una experiencia fuera de la atmósfera terrestre. Experimentar la ingravidez. Poder ver la inmensidad de la tierra de tan solo un vistazo. Sensaciones solo al alcance de los astronautas, gente brillante que se ha preparado muy duro durante años en las mejores universidades del planeta. Pero ahora la situación ha cambiado, el turismo espacial ya es una realidad y puede “democratizar” este privilegio. Y lo decimos entre comillas porque hay que tener una cartera muy, pero que muy abultada para poder comprar un billete a las estrellas.
Aunque llevamos muchos oyendo la cantinela del turismo espacial, son muy pocos los no astronautas que han salido al espacio exterior. Realmente se podrían contar con los dedos de dos manos.
Eso sí, las iniciativas, planes y empresas que ya ofrecen este servicio son toda una realidad hace años. Siguen trabajando con un objetivo claro, sin perder de vista que si consiguen “democratizar” el turismo espacial los beneficios resultantes serán realmente altos.
Pero antes de detallar todo estos aspectos con algo más de profundidad, vamos con la noticia más fresca sobre este tema. La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (que enunciada así no os dirá nada, pero nos referimos a la NASA), declaró el pasado 7 de junio que permitirá a los civiles visitar la Estación Espacial Internacional, el único hábitat permanente fuera la Tierra donde puede sobrevivir el ser humano.
No es que la NASA haya desarrollado una sección de agencia de viajes espacial, más bien es que permitirá que otras empresas comerciales administren y gestionen esos viajes.
Atentos a las cifras porque la idea es cobrar unos 350.000 dólares por noche a estas empresas por el uso de las instalaciones. Minucias con lo que éstas tienen pensado cobrar a sus clientes por viaje, que siempre serán cifras por encima del millón de dólares.
El primer turista espacial
Vamos a recordar este hito histórico en la carrera espacial. Para ello nos tenemos que remontar al año 2001 y desgranar la figura detrás de un nombre: Dennis Tito.
Este norteamericano es la primera persona que ha viajado al espacio pagando un pasaje. No hablamos de un ricachón propietario de pozos de petróleo que no se ha leído más de tres libros en su vida (parece un perfil de George Bush hijo, pero nada más lejos…).
Dennis Tito es un norteamericano nacido en Nueva York, en el seno de una familia de emigrantes italianos, que a base de trabajo y una capacidad para el estudio innata, se convirtió en multimillonario gracias a la creación de fondos de inversiones y productos bursátiles.
Antes de esto se graduó en ingeniería astronáutica y aeronáutica, además de cursar un máster en ingeniería científica. Un brillante currículum que lo llevó a trabajar en la NASA durante varios años, participando en importantes proyectos como las sondas espaciales Mariner IV, V y IX.
Fue con sesenta y ocho años, y tras soltar casi 20 millones de dólares por diversos avatares del destino, como finalmente, el 28 de abril de 2001, alcanzó su sueño.
Fue el primer civil en alcanzar la Estación Espacial Internacional, así como la segunda persona de mayor edad en llegar al espacio, tan solo superado por el mítico astronauta John Glenn.
Viajo a bordo de una cásula Soyuz rusa, ya que la NASA, en aquellos momentos, se oponía frontalmente a cualquier iniciativa de turismo espacial.
Tito volvió a la Tierra el 6 de mayo de 2001, declarando que su breve estancia en ingravidez había sido “como estar en el paraíso”. Tras esto trascendió que durante su estancia estuvo al mando de parte de las comunicaciones de la estación, así como varias escaramuzas como cocinero espacial.
Durante la década de los 2000 solo seis personas más siguieron las peripecias de Tito en la Estación Espacial Internacional, siempre bajo la supervisión de la Agencia Espacial Rusa, que operaba la mita de la estación.
El multimillonario japonés
En la siguiente aventura de turismo espacial entra en juego además de un japonés con muchísimo dinero, el mediático físico y magnate sudafricano propietario de Tesla Motors, entre otras muchas empresas, Elon Musk.
Esta vez Musk, junto a su compañía SpaceX, llevará a este turista espacial más allá de la Estación Espacial Internacional. Su objetivo es que realice un vuelo alrededor de la Luna, por lo que sería el primer turista de las estrellas en realizar esta proeza.
El nipón en cuestión se llama Yusaku Maezawa y es multimillonario gracias a la actividad de Zozo, un negocio en línea de venta de moda al por mayor que fundó hace algo más de una década.
Su fortuna también se ha visto incrementada por su amplia colección de arte contemporáneo con obras en propiedad de Picasso, Warhol, Basquiat o Alexander Calder. Se trata de la decimoctava fortuna japonesa. Se estima que su fortuna sobrepasa los 3.000 millones de dólares.
El viaje está programado para el próximo 2023 y SpaceX empleará para ello un ingenio, aún en desarrollo, bautizado como Big Falcon Rocket. Este vehículo tendrá que salvar los 385.000 kilómetros que separan la Tierra de la Luna y traer sano y salvo de vuelta a Maezawa.
El multimillonario japonés ha creado una web, dearmoon.earth ,para informar puntualmente a todo el mundo sobre los preparativos y novedades del próximo viaje.
La pujanza de SpaceX y Elon Musk son, en cierto modo, parte de los responsables del cambio de política de la NASA respecto al turismo espacial. Es más, la NASA ha contratado formalmente a SpaceX con este cometido, así como el de recuperar los viajes al espacio desde suelo estadounidense.
Mucho ojo porque Maezawa tiene un as en la manga en toda esta epopeya turística espacial. El milmillonario nipón no irá solo y pagará el viaje espacial a entre seis y ocho artistas multidisciplinares.
Aun no se sabe el nombre de estas personas, pero el japonés explicó que buscará perfiles del mundo de la música, el cine, la moda y la pintura. “A estos artistas se les pedirá que creen algo cuando regresen a la Tierra. Estas obras maestras inspirarán al soñador que hay dentro de todos nosotros”, anunció el futuro turista espacial.
Otras empresas que ofertan el turismo espacial
La capsula de Blue Origin
Esta corporación está fundada por otro de las grandes fortunas de nuestro tiempo, Jeff Bezos (dueño y fundador de Amazon). Ofrece viajes turísticos en una capsula llamada New Shepard con capacidad para seis personas.
Se tratará de la capsula más grande de la carrera espacial jamás construida con una superficie de ventanas más que considerable.
Se volará a más de 100 kilómetros de altura, por lo que se experimentará la ingravidez en toda su dimensión.
Un par de días antes del turismo espacial, el viajero recibirá formación específica para la misión en un centro de tecnificación al oeste de Texas
Vigin Galactic y los límites de la atmósfera
Esta empresa británica también bebe del carisma de su fundador, el multimillonario y mediático Richard Branson. El pasado año llegó anunciar que había llegado por primera vez a los límites del espacio exterior, en un vuelo a 80 kilómetros de altura.
Este vuelo fue realizado con pasajeros y aún no hay fecha para los primeros turistas espaciales que volarán en la White Knight 2. Una nave adosada a otra de mayor tamaño.
La experiencia consistirá en estar unos minutos flotando en gravedad cero, además de gozar de unas vistas impresionantes de nuestro planeta.
A día de hoy, ya no hay billetes ni plazas para esta aventura que cuesta 200.000 euros por cabeza. Existe una web en la que se cuentan los últimos avances de la misión y se informa si alguna plaza se ha liberado por algún imprevisto o, en este caso, bancarrota.
Axiom Space, una estancia total en el espacio
Esta compañía aeroespacial se ha unido a la agencia de viajes neoyorquina Roman & Erica para crear el primer paquete de turismo espacial conocido.
Hablamos de una estancia de diez días en la Estación Espacial Internacional por el módico precio de 55 millones de dólares. Esto incluye programa de entrenamiento, transporte de ida y vuelta en cohete, habitación con vistas a la tierra e internet para hacer videoconferencias.
Esta empresa está dirigida por Mike Suffredini, ex director del programa de la ISS de la NASA, así que sabe de qué habla. Comenzarán su actividad en 2020 si todo sigue su curso de forma normal.
Aurora Station, el gran lujo espacial
La empresa norteamericana Orion Span afirma estar trabajando en el que será el primer hotel espacial del mundo. La estructura orbitará a 320 km de la tierra y para reservar tendrás que soltar 80.000 dolares por persona.
El hotel Aurora Station estará en marcha en 2022 y el coste del viaje total será de unos 9,5 millones de dólares. Esto supone el precio del lanzamiento de ida y vuelta en cohete más una estancia de 12 días en el espacio.
Suponemos que será un Todo Incluido con las bebidas de primeras marcas también incluidas y pantuflas con tu nombre bordado a los pies de tu cama espacial… Qué menos.
