Corazón de periodista, alma de viajero…

Corazón de periodista, alma de viajero…

Luis Márquez es una de las figuras imprescindibles en la televisión del sur de España. Este periodista sevillano es una de las caras más conocidas por todos los funcionarios de aduanas e inmigración de los aeropuertos más variopintos del planeta. El motivo es que su carrera profesional lo ha llevado a convertirse en uno de los reporteros de viajes más experimentados de la televisión española. Panamá, Colombia y Perú han sido sus últimos destinos en “Andaluces por América”, su última peripecia en televisión.

Su trayectoria vital así lo avala. Ha sido presentador durante cuatro años del programa decano del formato de programas de viajes en España, “Andaluces por el mundo”, con el que ha narrado apasionantes y exóticas historias en 30 países diferentes. Estamos ante un auténtico periodista viajero…

En la actualidad sigue siendo carne de aeropuerto en el programa “Andaluces por América”, un nuevo giro de tuerca al periodismo de viajes en Canal Sur Televisión. En medio de estos proyectos le ha dado tiempo a ganar un premio Ondas, por su labor como reportero en el programa documental “75 minutos”, y a plasmar sus experiencias y reflexiones en el periodismo de viajes en un libro titulado “Los años viajeros”.

A las hojas de su pasaporte no que quedan ni un centímetro libre para estampar más sellos. Es más que probable que conozca el nombre de pila de algún que otro funcionario de inmigración y extranjería en varios aeropuertos internacionales. Y es que son más de 60 países los que ya lleva en la mochila…

Esperemos por su salud que en el futuro ningún estudio determine que los arcos de seguridad son nocivos para la integridad física, porque este periodista habrá perdido la cuenta de las veces que ha pasado a través de ellos en las decenas y decenas de aeropuertos que ha visitado.

Exageraciones aparte, Luis Márquez es un periodista de raza y experiencia contrastada que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional contando historias en televisión.

Tras comenzar su carrera profesional en prensa, pronto da el salto a la pequeña pantalla aterrizando en “Andaluces por el mundo”, uno de los programas más queridos y seguidos en el sur de España.

Durante 4 años se dedica a contar las historias de andaluces, que han abandonado su tierra para comenzar una nueva vida en el extranjero, en varias temporadas televisivas con gran éxito y reconocimiento.

Tras esta experiencia recala en el programa documental, también para Canal Sur Televisión, “75 minutos”, donde cambia los aeropuertos y destinos lejanos por los rincones más auténticos de Andalucía.

Durante esta etapa de su carrera no olvida al viajero que anida dentro de su alma y saca tiempo para plasmar en un libro, titulado “Los años viajeros”, sus experiencias más notables vividas durante su etapa como reportero de “Andaluces por el mundo”.

Se trata de un texto que va más allá de las meras anécdotas de trabajo y se zambulle en la realidad social y política de países como República Dominicana, Senegal, Palestina, Irlanda del Norte o Egipto.

La última aventura televisiva de Luis Márquez se llama “Andaluces por Amércia”, un programa con el que vuelve a hacer las maletas para viajar por el continente americano.

Cada semana, los domingos a partir de las 21.40h en Canal Sur Televisión (España), Luis junto a los conocidos periodistas Rocío Vicente, Manu Martínez y Rocío Romero, nos acercan las historias de cuatro andaluces que un día tuvieron que marcharse y que terminaron haciendo sus vidas ‘al otro lado del charco’, a miles de kilómetros de su tierra.

Santiago de Chile, Miami, Buenos Aires, Cancún, Lima, Santo Domingo, Nueva York, Bogotá, Panamá, San José de Costa Rica, Montevideo, Ciudad de México y Salvador de Bahía son algunos de los destinos que ya ha visitado el programa.

El éxito de este espacio ha hecho que ya esté en marcha una segunda temporada que estará en las todas las pantallas en breve.

¿Cómo nace en ti la vocación periodística? ¿Crees que en una sociedad de consumo tan mercantilizada como en la que vivimos sigue existiendo un hueco para las profesiones vocacionales?

Pues desde pequeño mi padre me metió el veneno de la radio y con ocho años ya dormía con ella bajo la almohada. Siempre quise narrar partidos de fútbol pero cuando maduré entendí que las mejores historias estaban en otros ámbitos y por suerte he podido trabajar en prensa y programas de TV, y documentar muchas vidas por todo el mundo. Lo vocacional nunca muere, aunque cada vez dé peor de comer.

Tu carrera siempre ha estado ligada al mundo de la televisión, pero es el programa documental de viajes, “Andaluces por el mundo”, el que te lleva a convertirte en uno de los reporteros más reconocidos en el sur de España. ¿Qué ha supuesto esta experiencia en tu vida tanto en lo profesional como en lo personal?

Siempre digo que entré en el programa siendo un niño que vivía con sus padres y no tenía ni pasaporte, y salí siendo un hombre con canas, maduro y repleto de sellos. Me cambió totalmente. Cada persona diferente que conoces en una cultura distinta aporta muchísimo, en lo profesional y en lo personal. Cada viaje, con todo el trabajo que tiene detrás, es un máster.

¿Tienes una idea aproximada de cuantos kilómetros has recorrido durante tu vida profesional? ¿Cuántas veces le habrás dado la vuelta al mundo?

En Andaluces por el Mundo fueron 30 países diferentes y ahora en Andaluces por América llevamos ya tres… y que dure mucho. No he hecho la cuenta pero en siete años recorriendo el mundo imagino que varias vueltas le habremos dado. Algún viaje gratis de vacaciones gracias a los puntos Iberia ha caído…

Supongo que habrás pasado horas y horas de espera en aeropuertos de todo el planeta. ¿Qué tipo de música te pide el cuerpo para conectar el modo “paciencia on”?

Me gusta mucho el universo indie, aunque la etiqueta ya esté muriendo. Un poco de electro-pop en el viaje de ida y algo más relajado en el de vuelta…

Fruto de tu paso por “Andaluces por el mundo” en Canal Sur Televisión ha sido la publicación de tu primera aventura como escritor titulada “Los años viajeros”. ¿Qué se va a encontrar el lector dentro de sus páginas?

Se va a encontrar diez reportajes largos sobre diez destinos diversos, todos sitios donde han pasado y siguen pasando muchas cosas. Historias humanas para entender la cultura y la historia de República Dominicana, Senegal, India, Qatar, Sudáfrica, Palestina, Estados Unidos, Irlanda del Norte, Noruega y Egipto.

¿Cuáles son las historias que más te han marcado a la hora de escribir “Los años viajeros”?

Por ejemplo, trato de explicar el conflicto entre israelíes y palestinos con la historia de Dunia, palestina de Jerusalén que se va a casar con su novio, palestino de Belén, que no puede cruzar el muro e ir a verla a su casa. En cambio, yo, que no la conozco de nada, sí puedo hacerlo. Y reflexiono sobre lo injusto de la situación. Más allá del conflicto armado, día a día hay cientos de pequeñas injusticias en esa parte del mundo.

Seguro que las siguientes preguntas no te las ha hecho nadie en tu carrera… ¿Qué ciudades del mundo recomiendas para perderse? ¿En qué ciudad fantaseaste con haberte quedado para siempre?

¡La primera vez! A veces parecemos guías de viajes o contadores de batallitas profesionales, pero la verdad es que es un placer hacerlo. Ciudades para vivir: Ciudad del Cabo, San Francisco y Berlín. Me encantan las tres. ¿Para quedarme para siempre? Muchos sitios, desde una islita en el archipiélago de San Blas en Panamá, hasta Copenhague (si fuera verano eterno) o la inevitable Nueva York.

Seguro que has conocido testimonios durante tus viajes llenos de alegría y positividad pero también otros muy duros y tocados por la crudeza y la miseria. ¿Qué historias te han marcado más hasta el día de hoy en tu experiencia como reportero internacional?

La historia de Andy, un chico de doce años de un arrabal de Santo Domingo, que vive entre prostitutas y asesinos y acababa de perder a sus padres. Se encargaba de sus dos hermanos pequeños y pese a su corta de edad se notaba en su rostro el peso de la madurez obligada, de la maldad congénita, de la supervivencia innata. Crecer así te hace adulto prematuro, te mete en un laberinto vital del que es casi imposible salir. Un ejemplo cualquiera de los millones de niños que viven así en todo el mundo.

Tu siguiente trabajo en televisión te llevó al programa documental “75 minutos”, otro de los fenómenos televisivos con más éxito en el sur de España. No en vano en 2013 fue señalado con un premio Ondas, uno de los galardones más importantes que se otorgan en la televisión española. En este espacio cambias los destinos internacionales más exóticos por los rincones más auténticos de Andalucía. Cuéntanos un poco cuál era el espíritu de este programa y qué supuso en tu carrera…

En un contexto de crisis, el programa se iba a la calle a hablar con toda Andalucía, sin máscaras. Todo a pelo, desde las entrevistas hasta la realización del programa. Se trababa de vivir las historias, más que de contarlas. El reportero sentía y padecía con el protagonista. Un periodismo extremadamente cercano que conectó perfectamente con la audiencia. Hoy el formato ha evolucionado un poco, porque en cinco años de emisión siempre hay que hacer cambios, pero respeta la esencia del 75 minutos original y aporta cosas muy buenas también.

¿Qué es lo próximo que te espera, el siguiente proyecto en marcha?

Por fortuna Andaluces por América ha tenido una gran acogida, tanto de crítica como de público, así que estamos preparando los siguientes viajes y destinos. Vamos a ver qué me depara el calendario de viajes que ya estamos elaborando. En cualquier caso será un placer seguir viajando y seguir conociendo mundo a través de los ojos de mis paisanos.