El ecoturismo crece por encima del convencional y cada vez atrae más extranjeros

El ecoturismo crece por encima del convencional y cada vez atrae más extranjeros

EFE

El turismo de naturaleza crece en España muy por encima del convencional y ha registrado además durante los últimos años una fuerte internacionalización que se ha traducido en un crecimiento exponencial de los extranjeros que visitan el país atraídos por sus recursos naturales.

Los datos revelan que el turismo rural ha crecido en España en el periodo comprendido entre 2009 y 2016 un 32 por ciento, que el número de viajeros ha pasado de 2,7 millones (2009) a 3,6 millones (2016) y que casi 700.000 eran extranjeros, sobre todo de Alemania, Francia, Holanda y Reino Unido.

El próximo miércoles se celebra el Día Mundial del Turismo con el lema “El turismo sostenible como instrumento de desarrollo”, en el marco del Año Internacional del Turismo Sostenible que la ONU declaró para llamar la atención sobre la contribución del sector turístico a los tres pilares de la sostenibilidad: el económico, el social y el medioambiental.

Un estudio del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que analiza el potencial del turismo de naturaleza incide en el “incalculable” valor que tiene el hecho de que España sea el país europeo con la mayor y la más rica biodiversidad y en que esa riqueza natural supone una oportunidad para desarrollar un modelo turístico sostenible y para generar empleos y riqueza entre la población rural.

España es de hecho el país europeo que más superficie aporta a la red Natura 2000 (222.000 kilómetros que representan el 27 por ciento de la superficie), pero también el país con más Reservas de la Biosfera (48), a los que suma 15 Parques Nacionales.

El informe del Ministerio, al que ha tenido acceso EFE, incide en que la mayor demanda de turismo rural en España se ha traducido también en una subida de las pernoctaciones, en un aumento de los días que los viajeros permanecen en los destinos que han elegido, y en que son los extranjeros los que más alargan esas estancias.

Según datos de la Secretaría de Estado de Turismo, la observación de aves atrae a unos 50.000 ornitólogos cada año; la contemplación del lobo a unas 3.000 personas sólo en un lugar (en la Sierra de la Culebra, Zamora); casi un millón de personas se embarca cada año en Canarias para ver cetáceos; y las empresas que ofrecen visitas y actividades en Doñana manejan unos 170.000 clientes al año.

Ese crecimiento exponencial del ecoturismo en España es similar al que se registra en el resto del mundo, ya que según datos de la Organización Mundial del Turismo, el de naturaleza representa ya el 15 por ciento del turismo total, cuando en 2010 ese porcentaje se situaba en el 5 por ciento.

La Asociación de Ecoturismo en España distingue entre ecoturista “genuino o especializado” (que busca una observación muy especializada de fauna o flora), el “generalista” (acude a los espacios para observar los valores naturales y hacer actividades sencillas), los “activos” (practican deporte o actividades físicas en esos espacios), los “educativos” (se inscriben en actividades de educación y sensibilización ambiental) o los “contemplativos” (acuden al medio rural para descansar y relajarse).

El estudio del Ministerio de Medio Ambiente subraya las implicaciones económicas y la capacidad del turismo de naturaleza de ser un importante dinamizador social para muchas comarcas españolas y la importancia en ese sentido del Plan Sectorial de Turismo de la Naturaleza y la Biodiversidad aprobado por el Gobierno.

Ese Plan, que prevé medidas que se extenderán hasta el año 2020, propone un modelo de turismo de naturaleza que apuesta por aprovechar la riqueza natural de España para promover un desarrollo socioeconómico equilibrado, sin menoscabar la biodiversidad e incluso mejorando su gestión y su conservación.

La celebración, el próximo miércoles, del Día Mundial del Turismo, pretende reforzar ese mensaje, y que las administraciones y las empresas asuman que el turismo es, cuando se practica de una forma sostenible, una de las mejores formas de generar riqueza y empleo en las zonas rurales y de evitar el deterioro del medio ambiente.