La línea que separa dos hemisferios

La línea que separa dos hemisferios

Ecuador es destino lleno de encanto con una proyección turística cada vez más destacada. Su capital Quito, la populosa y prospera Guayaquil o la célebre Ciudad Mitad del Mundo, donde se puede literalmente pisar la línea del ecuador terráqueo, son algunos de sus principales atractivos.

Es muy aconsejable comenzar el descubrimiento de esta nación a partir de la visita a Quito, capital de la República de Ecuador. Una urbe que roza los dos millones de habitantes en su núcleo urbano, al que sumarles casi dos millones y medio en su zona metropolitana. Situada en la provincia de Pichincha, se trata de una de las capitales a mayor altura del mundo (con una mediad de 2.700 metros sobre el nivel del mar), así que hay que tener mucho ojo con el conocido como “mal de altura”. Damos fe de que existe y es muy desagradable…

El icono turístico más reconocible de la ciudad es El Panecillo, una escultura que representa a la Virgen María situada en una elevación natural a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Es el sitio más visitado de la urbe y por su ubicación se trata de uno de los mejores miradores de toda la ciudad.

El complejo, de impresionantes proporciones, está coronado por una pieza de aluminio de la conocida como la “Virgen de Quito”, firmada por el español Agustín de la Herrán Matorras. Se trata de la representación de aluminio más grande de todo el planeta. Su aspecto está concebido a partir del icono mariano que se describe en el libro bíblico del Apocalipsis, es decir con alas y una cadena para apresar a la serpiente (diablo) que tiene a sus pies.

Si conduces algo más de una hora al norte de la ciudad (cosas del tráfico porque son algo más de 15 kilómetros), en la parroquia de San Antonio perteneciente al distrito metropolitano de Quito, se encuentra la Ciudad Mitad del Mundo. Se trata de una atracción turística ideal para niños y mayores. Su objetivo es aprovechar la ubicación exacta de la línea ecuatorial del planeta Tierra.

Además de un monumental monolito y poder tener un pie en el hemisferio norte y otro en el sur, el lugar está lleno de experimentos y curiosidades relacionadas con las propiedades físicas de este lugar situado en la latitud 0º- 0´- 0”. Algunas de ellas son la modificación del peso corporal, la modificación de la gravedad (gracias al célebre experimento de colocar un huevo en la cabeza de un clavo), así como las demostraciones de la ausencia de giro del agua nulo en un sumidero o desagüe. Un lugar ideal para aprender ciencia y tener unas fotos de lo más curiosas jugando con la línea del ecuador.

En lo que a gastronomía se refiere destacamos un manjar por encima de cualquier otro: la carne de cuy. Se trata de una especie de cobaya de gran valor nutritivo y simbolismo para los ecuatorianos. Hablamos de un plato que solo ofrecen en ocasiones especiales a sus invitados más distinguidos. Si lo ves antes de ser cocinado serás incapaz de comerlo por su aspecto tierno y entrañable y cuando veas como lo cocinan (empalado) esa sensación aumentará aún más, os lo garantizamos… Pero hay que hacer de tripas corazón y echárselo a la boca. Su sabor es exquisito y su preparación es todo un acontecimiento social y culinario.

Son muchos los rincones dignos de visitar en el país, pero destacamos un par de ellos antes de acabar. El primero es Cuenca del Ecuador, con sus construcciones imitando a las clásicas Casas Colgantes de su homóloga en España (no esperes algo exactamente igual) y el segundo es Guayaquil. Se trata de la ciudad más poblada del país. Un lugar lleno de encanto que nos dará para otro artículo un poco más adelante. Como aperitivo, aquí va una foto de su célebre Parque de las Iguanas, justo frente a la fachada de la catedral metropolitana.