Hay ciertas carreras en el mundo a las que los amantes del automovilismo deberían asistir al menos una vez en la vida, no sólo porque en ellas compiten los mejores corredores a bordo de las máquinas más potentes, realizando proezas impresionantes; sino porque además resulta una excelente oportunidad para recorrer y conocer un poco más las ciudades sede de estos torneos.
Lo que hace espectacular estas carreras es el nivel de complejidad de sus pistas, la habilidad de los competidores, y el grado de tecnología en los autos, muchas veces patrocinados por grandes marcas. Competir en estas pruebas es el sueño de muchos corredores, pues representa el mayor logro en su carrera profesional y el resultar vencedor es un paso seguro a la fama.
Para los entusiastas de este deporte, es un excelente pretexto para viajar y disfrutar de ambos placeres a la vez.
1. Monaco Grand Prix (F1)
El Gran Premio Fórmula 1 de Mónaco, se corre desde 1929 en las angostas calles de Montecarlo. Es la más glamurosa de todas las carreras, el evento del año al que incluso asisten las celebridades. Es un circuito increíblemente estrecho, con cambios de elevación exigentes, pocas áreas de acotamiento, y barreras de concreto que recubren prácticamente toda la pista. Cuenta incluso con un punto en la pista donde los conductores deben correr a través de un túnel. En estas condiciones no hay mucho margen para el error.
Condimenta este viaje con un recorrido por el país más pequeño del mundo (Mónaco) y por las calles de una de las ciudades más lujosas y ricas (Monte Carlo) en la Riviera Francesa.
2. Indy 500 (IndyCar)
El 500 de Indianápolis es conocido en el mundo por sus altas velocidades promedio. Es una carrera abierta y recibe a pilotos de todo el mundo. En Indy, 33 coches corren alrededor de un circuito de 2.5 millas a casi 230 mph. Se celebra desde hace más de 100 años normalmente el mismo día que el Mónaco Grand Prix. Es conocido también por sus excéntricas tradiciones como la entrega de una botella de leche al ganador, y el besar la línea de meta de ladrillo. El lugar fue pavimentado una vez con ladrillos y todavía se le conoce como el “Brickyard”.
Imperdible una visita al Indianápolis Motor Speedway Museum y reservar una mesa en Milktooth, nombrado por Condè Nast Taveler como uno de los mejores restaurantes del mundo.
3. El 24 Horas de Le Mans (Le Mans)
Esta carrera que se lleva a cabo en un fin de semana a mediados de junio en el campo francés es una carrera estilo “coche deportivo” en el que participan coches con diferentes niveles de rendimiento. Los equipos usan conductores múltiples que se turnan en varios períodos durante la carrera. El Circuito de la Sarthe de 8.469 millas posee tanto tramos de carreras como caminos públicos, cerrados para la carrera. Conocido como el Gran Premio de Resistencia y Eficiencia, los equipos deben equilibrar la velocidad con la resistencia para completar una carrera de 24 horas. Mientras que todas las carreras del mundo han sido modernizadas para ofrecer mayor control y seguridad, Le Mans es una carrera que mantiene su carácter rebelde. Aquí se verá a los conductores trabajar incansablemente en sus coches al lado de la pista después de un accidente. Un auto puede desaparecer en la oscuridad de la noche durante horas. Aquí se prueba la tecnología en autos más avanzada del mundo.
Con la adrenalina a tope, seguramente los visitantes no se perderán la emoción del parque de diversiones que se encuentra cerca de la meta. Le Mans es una ciudad con mucho ambiente, el visitante puede disfrutar de un recorrido por el Vieux Mans, la Place de la Republique, y sus restaurantes, cafés y bares.
4. Daytona 500 (NASCAR)
Celebrada en Daytona Beach Florida, “The Great American Race” de NASCAR es la primera de las cuatro carreras de autos de línea en el calendario de NASCAR. La Daytona 500 atrae a la mayor audiencia de televisión de Estados Unidos que cualquier otra carrera de motor ya que ha producido algunos de los momentos más espectaculares de la historia de este deporte. En 1979, el ‘Superbowl de NASCAR’ se convirtió en la primera carrera completa en ser transmitida el vivo y su sorpresivo final contribuyó a convertir el automovilismo en el deporte multimillonario que es hoy en día. En esta carrera, en el 2001, el gran corredor Dale Earnhardt perdió la vida en un accidente en la última vuelta.
Después de la carrera hay que visitar la playa Daytona Beach, el Parque Acuático Daytona Lagoon, el Centro Espacial Kennedy, y ¿por qué no, pasar varios días de diversión en los parques del vecino Orlando?
5. Bathurst 1000 (V8 Supercars)
V8 Supercars es una serie australiana, disputada anualmente ente Austrlia y Nueva Zelanda. La clase principal para motores de 5.0 litros ha dado lugar por décadas a la batalla entre las marcas Ford y Holden, que ponían en la pista las versiones altas de sus modelos de calle Ford Falcon, Holden Monaro, Holden Torana, Chrysler Pacer y Chrysler Charger. Se compite en pistas muy angostas, y los autos suelen tener mucho contacto. El Bathurst 1000 es una carrera de 1000 km que se celebra en Mount Panorama cada año y es conocido como “The Great Race”, con muchos considerándolo el pináculo del automovilismo australiano. Su primera vuelta es conocida como la “Hell Corner” o esquina del infierno.
Bathurst es una ciudad australiana de Nueva Gales del Sur. Recomendable tomar un tour a las Cuevas Abercrombie, visitar el National Motor Racing Museum, y recorrer los paisajes australianos en un vehículo todo terreno.
